miércoles, 10 de abril de 2013

 Otro día triste
 

El día 02-02-2013 amaneció el cielo triste y todo su alrededor también... Hoy ya no estoy contigo hija, lo siento, pero te dejé...
Dios vino a buscarme, entró tocando al puerta de mi habitación diciendo que era hora de partir... Ese día le pedi que me permitiera entrar antes a tu cuarto, estabas dormida aún, y te bese en la mejilla sutilmente. Estabas tan serena sin imaginar de lo que te ibas a enterar...
Te estoy mirando aun desde el cielo todos los días, no te he dejado...
Observo como descansas y al mismo tiempo rompes en llanto, sientes un vacio, dices que te duele el alma y que te falta el aire... Por favor, no me llores hija... A Dios le he pedido que le de serenidad a tu alma y puedas descansar tranquilamente en tu cama, sientas mi presencia y me hables. Quiero que ayudes a tu madre y a tu hermana a seguir, a que sonrian y seas felices las tres... Aqui junto al creador soy feliz y he pedido por ti para que alivie tu dolor y puedas volver a sonreir...
La mañana en la que me despedi de ti se me partia el corazón al verte llorar, yo debia darte fuerzas pero no pude, te pedi que hicieramos una promesa y tu en llantos aceptaste, me prometiste que jamás me olvidarias. Yo no sabia que seria tan pronto que me iria, pensé que serian unos meses despues que marcharia. Perdoname por no abrazarte ese dia en el que llorabas sin parar mientras yo te decia que pronto llegaria mi dia de partir, pero me armé de fuerzas ignorando el dolor para que se te hiciera más fácil sobrellevar mi adios...

Como me gustaria secar tus lagrimas hija, poder verte sonreir y ser feliz nuevamente, porque mientras tus lagrimas ruedan por tus mejillas, mi alma no tiene descanso porque me duele verte mal... Entiende mi niña, era mi hora, nadie puede borrar lo escrito en el sagrado libro de Dios y esto ya estaba escrito...
Cuando te veo llegar a nuestra casa y entrar a mi habitación buscando mi bendición se me parte el alma. Con tristeza te llenas de valor e ignoras la situación diciendome: bendición papá, como solias hacerlo... Yo te respondo desde el cielo, aunque no puedas escuharme...
Piensa que estoy con ustedes, yo vigilo tus sueños todas las noches y seco tus lagrimas cada vez que recorren tus mejillas.
Cuando pienses en mi, imaginate que estoy de viaje, que un dia estaremos nuevamente juntos como familia. Me preguntas con frecuencia qué cuando volvere a compartir contigo los momentos importantes, mi niña doy respuesta a tu pregunta: siempre, te llevaré de la mano, el día en que te cases, el día que me des mis nietos y en todas las celebraciones que hagan en honor a ti y nuestra familia e incluso en los malos momentos sostendré tu mano para recordarte que no estas sola como crees...

Sabes, me he encontrado con tu hermano, y es muy feliz, aunque me ha dicho que siente tristeza al verlas asi. Ya no nos llores, recuerda que vivimos en tu corazón... Dios asi lo ha querido, solo confia más en él... Estaremos juntos, te lo prometo.
Te amaré eternamente hija.
Karina

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